Se trata de una de esas comedias refrescantes que se desarrollan en un puesto de trabajo, donde la historia gira en torno a Takahashi, quien acaba de conseguir trabajo en un restaurante familiar llamado Wagnaria. Los empleados no son precisamente lo que uno consideraría "normales", si tenemos en cuenta que una de las camareras lleva una katana colgada del delantal o que uno de los camareros está obsesionado con las cosas monas.